27/07/2022
2 Corintios 9.6-8, 15 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: NO con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra. ¡Gracias a Dios por su don inefable!”. Amén.
Las bendiciones de Dios son para fluir. Es un principio que debe aplicarse en toda área de vida, incluyendo en situaciones económicas.
El Señor provee -en su gracia- para nuestras necesidades y hasta deseos; también quiere que usemos nuestras finanzas para llevar a cabo sus planes. Uno de sus propósitos es que compartamos nuestros recursos. Es que ¡poderoso es Dios para hacer que abunden!
Compartir con los demás NUNCA nos llevará a escasez. Dios promete aumentar la cosecha de nuestra justicia y enriquecernos, en respuesta a nuestro desprendimiento. Y… jamás superaremos a Dios en generosidad.
Bendiciones acaparadas nunca se disfrutarán tanto como las compartidas. Glorifiquemos al Señor demostrando nuestra libertad para compartir.
Que las generosas provisiones de Dios NO se queden solo contigo. ¡Compártelas!, y descubrirás el regocijo de inagotables bendiciones.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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