13.06.2022
Romanos 8.2-16 te lo resumiré…
Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús; los que no andan conforme a la carne, y si conforme al Espíritu. Es que la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús libra de la ley del pecado y la muerte. Pero los que viven según la carne no pueden agradar a Dios, y si viven conforme a la carne, mueren; pero si por el Espíritu, hacen morir las obras de la carne, entonces viven. Todo el que es guiado por el Espíritu de Dios, es hijo de Dios. Y el Espíritu mismo da testimonio al espíritu, de que se es hijo de Dios. Amén.
Siendo creyente en Jesucristo, el Espíritu de Dios actúa. Él da evidencia de transformación mostrando fruto de: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5.22-23).
Los rasgos de carácter que produce el Espíritu Santo no los generamos nosotros. Estos son producidos por Dios en sometimiento a Él.
NO subestimemos el impacto del fruto espiritual cuando los no creyentes observan cómo reaccionamos ante presión, tentación, sufrimiento o avalancha de problemas.
Al demostrar paz, en vez de ansiedad; o paciencia, en lugar de palabras hirientes, damos testimonio de la belleza del Evangelio. Una manera en que Dios usa vidas llenas del Espíritu es creando curiosidad al no creyente, y apertura al mensaje de salvación.
Dondequiera que un cristiano esté puede ser poderoso testigo de Jesucristo, si decide andar obedientemente en el Espíritu Santo TODOS los días.
¡Feliz día, que Dios te bendiga!
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