25.06.2022
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de boca… aleja la iniquidad de labios. Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos”. Amén.
Aunque no lo consideres, las actitudes nuestras son muy contagiosas. Una mentalidad llena de amargura puede deprimir a otros; mientras que una perspectiva llena de esperanza puede levantar al caído.
Después de la salvación personal, Dios llama a la santificación, para que podamos dar su fruto y enriquezcamos las vidas de quienes nos rodean.
Por lo tanto: guarda tu corazón; apártate de perversidad de boca, que tus ojos miren lo recto, examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos.
Cristo dijo: “Así alumbre tu luz delante de los hombres, para que vean tus buenas obras, y glorifiquen al Padre que está en los cielos” (Mateo 5.16).
La gracia de Dios es también para bendición de quienes conocemos y amamos. Por lo que todo creyente debe ser “grato olor de Cristo” (2 Corintios 2.15).
¿Eres dado a inclinarte hacia la amargura, o hacia la alegría? ¿Sabías que, en Cristo, pudieras mejorar tu “fragancia”?
¡Feliz día, que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Ref.: En.Contacto.100422)
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