29.05.2022
Salmos 3:3-6
"Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a 10 millares de gente, que pusieren sitio contra mí". Amén.
Mientras tú no confíes en Dios, viendo tantas luchas y dolores crónicos, las dificultades más simples te parecerán un ataque feroz del enemigo.
Viene problema uno, y te golpea por la derecha. Problema dos, te ataca desde atrás. Problema tres, te da puñetazo en la nariz, etc. En esos momentos, cuando te faltan fuerzas y no tienes alivio inmediato, pudieras creer que correr o esconderte es buena idea, pero lo mejor es que decidas descansar en Dios.
Todo dolor físico o emocional puede parecer un enemigo grande, del cual quisieras rendirte o escapar, pero, como ya muchos lo hacemos, aprende a confiar en la ayuda del Señor, y cree que su presencia, constante y amorosa, puede ir contigo.
Si pones tu mirada hacia arriba no desfallecerás ante los problemas.
Sólo Dios te puede ofrecer esa paz que sostiene y ayuda a atravesar pruebas. Dile al Señor hoy: ¡Estoy dispuesto y preparado para entenderte y recibir tu paz!
Muy feliz día de las madres, y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: TPSH.310518)
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