16.05.2022
“He aquí, yo (Jesús) estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Amén.
Qué penoso es estar tocando una puerta, y que nadie responda… y peor aún, sabiendo que hay gente dentro que se hace indiferente al llamado.
Existe la historia bíblica de 10 mujeres, novias, vírgenes (Mt.25.2-10), que irían para su boda. 5 eran insensatas y 5 prudentes. Como era tradición de aquella época, las novias debían esperar en un lugar hasta que llegara el momento de ir con el novio para iniciar las bodas.
Esas damas debían estar listas, aunque no supieran el momento que llegaría el novio. Todas debían tener sus lámparas con aceite, para iluminar el camino cuando llegara el momento esperado.
Llegó el momento. Vino el novio y tocó a la puerta. Solo las que estaban listas salieron y se fueron a la boda. Pues también dice esa parábola que hubo 5 de aquellas mujeres que dejaron terminar su aceite, que salieron a comprarlo en el momento inadecuado, por lo que se quedaron… sin otra oportunidad.
Hay gente que sabe que necesita abrirle su corazón a Jesucristo, pero se están haciendo los sordos al llamado. Solo los prudentes y sabios hemos abierto esa puerta y, cada día, gozamos de la paz y bendiciones que ofrece el caminar de la mano del novio, del amado, de Jesucristo.
¿Que tienes excusas para no abrirle tu corazón a Cristo? Déjame decirte que ninguna de las razones que tengas, tiene más valor que apercibirte de no ir a una muerte eterna de fuego y confusión.
Date el privilegio de abrir tu puerta, de ser salvado de condenación, y sentarte en el trono de Jesús en esa nueva Ciudad que ofrece nuestro Padre celestial.
Dice en Apocalipsis 21:27 que, a aquel lugar, no entrará cosa inmunda. Por lo que es necesario que todos los pecados sean lavados con la Sangre de Cristo.
Jesús te dice hoy: ¡Estoy a tu puerta y te llamo! Es mejor un día abriendo la puerta de tu corazón a Él, que mil ignorando y rechazando su llamado. Piénsalo… ¡El tiempo está próximo para que inicie la gran boda!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Breve resumen de la predicacion en Ministerio Sembradores Bíblicos 10.05.22).
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