18.05.22
1 Samuel 10:11 “Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes (a Saúl) vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?”. Amén.
La gente no entendía que Saúl había comenzado su proceso de transformación. Tampoco muchos entienden que Dios te está transformando.
Llegará un día en que tendrás que escoger complacer al mundo o a Dios. Y, si eres sabio, dejarás que Dios sea el que haga, y no tú, ni el mundo en ti. No temas al futuro, solo dile al Señor: Hazme esa persona nueva que deseas. Y espera Sus instrucciones. Solo Él sabe qué hacer para transformarte.
Cuando Dios entra a tu corazón, no es que mágicamente seas renovado, es que tienes que estar atento a Sus instrucciones. No solo quererlo te hace rey, es obedecer reglas lo que te establece como rey.
No es creer que lo sabes todo; es oír opiniones, consejos, y recibir dirección. Saúl desobedeció, y fue desechado como rey. Puedes haber sido ungido para rey/reina, pero -como David- tendrás que esperar para ver confirmado tu reinado.
Déjate enseñar. Hay gente que Dios te ha asignado, para esa labor. No escuches las voces contrarias a tus alrededores; ni cuestiones el modo de transformación que Dios está realizando en ti. Él sabe quién eres, y para qué te creó; no trates de hacerlo por ti mismo.
¿Te atreves a ser mudado, a ser cambiado? ¡No habrá recompensa final, sin verdadera transformación!
Deja que Dios realmente ¡te transforme y te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Refer: TPSH 010617)
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