05.04.2022
Salmos 119.104-107
“De tus mandamientos he adquirido inteligencia; he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios. Afligido estoy en gran manera; vivifícame, oh Jehová, conforme a tu Palabra”. Amén.
Cuando se trata de sanidad que Dios da, toda experiencia es diferente. Todos estamos hechos de manera muy particular, y aunque nuestras circunstancias puedan parecerse, lo que funciona para uno, puede no funcionar para otros.
Tenemos diferentes experiencias, deseos, obstáculos y heridas emocionales. Pero, el Señor nos proporciona recursos igualmente poderosos para todos.
Por ejemplo, la oración y la lectura bíblica nos ayudan a conocer más al Padre celestial y su amor.
La adoración es otra herramienta poderosa que refuerza la conciencia de que no estamos solos, y que pertenecemos al Cuerpo de Cristo, su Iglesia.
Incluso el compañerismo durante una buena comida es una manera en la que Dios ofrece restauración para nuestra alma.
Prestemos atención a lo que nuestro cuerpo y alma nos están pidiendo. Luego oremos para que Dios nos proporcione lo que falte.
¿Qué necesitas te sea reparado en tu vida? Pídele a
Dios que dirija tu camino hacia las herramientas adecuadas para esa
sanidad interior, y que te dé la fuerza y valentía para utilizarlas.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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