21-04-2022
El más enfocado que haya caminado sobre la tierra fue Jesús. Vivió con la pasión de hacer la voluntad del que le envió y terminar su obra (Juan 4:34).
Jesús tuvo la misión de salvar al mundo y reconciliarlo con Dios. Además, nos lo encargó a nosotros, pero hay veces que nos frenamos por confusiones.
Confundimos cantidad con calidad: Existe un mito de que calidad es opuesto a cantidad. Si fuese así, la iglesia de una persona sería la de más alta calidad. Ambos aspectos son importantes. Lleguemos a la mayor cantidad de personas posible para Cristo y deseemos que crezcan profundamente.
Confundimos humildad con éxito: Humildad es ser honesto y transparente acerca de las debilidades. Existe la falsa creencia de que el éxito produce altivez. Pablo dijo, en 1 Timoteo 1:15, “Soy el principal entre los pecadores” y tuvo gran éxito para la gloria de Dios.
Confundimos satisfacción con pereza: “He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación” (Pablo lo dijo, en Filipenses 4:12). También dijo, en 3:13, “que no se quedaba donde estaba y trabajaba para lograr más.
¡No nos quedemos donde estemos, aspiremos a más, pero con humildad! Quien se sujeta a Dios, desea avanzar en Su obra, y tiene Su respaldo.
Pablo se enfocó en llevar el Evangelio a las naciones, y Dios le respaldó en esa visión intrépida. Dios nos quiere humildes en motivación, pero no con temores para avanzar.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia:
Venga Tu Reino Hoy)
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