miércoles, 20 de abril de 2022

“Dejemos de Codiciar”

20.04.2022

Éxodo 20:17 “No codiciarás la casa de tu prójimo, la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”. Amén. 

La codicia, también conocida como avaricia, es la tendencia a ser egoísta, tacaño y de querer retener todo para uno mismo. El codicioso quiere tener más de lo necesario. 

Veamos 5 efectos tóxicos de la codicia… 

Fatiga: Se trabaja demasiado por obtener más. Es una carrera material, donde todo es cansancio y agotamiento. Proverbios 23:4 dice: “No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste”. 

Deuda: Se piensa que el problema es que no se gana lo suficiente, pero no; es que se ambiciona demasiado. Entonces, como se quiere más, viene el endeudamiento. La codicia crea hambre insaciable. 

Preocupación: En Eclesiastés 5:12 dice: “La gente trabajadora duerme bien, coma mucho o poco; pero los ricos, rara vez tienen una buena noche de descanso.” Cuanto más se posee, más de qué preocuparse. 

Conflicto: Sumando fatiga, deuda y preocupación vienen conflictos. En Santiago 4:1 dice: “¿Qué es lo que causa disputas y peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? 

Insatisfacción: Lo material puede traer felicidad temporal, pero la emoción no dura. En Eclesiastés 5:10 dice: “¡Absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!”. 

No codicies lo que otros tienen.  Quien no codicia trabaja, se va a casa, come feliz, ama a su familia, y duerme tranquilo. Pongamos la mirada en lo de mayor valor. 

No miremos lo que se ve, si lo que no se ve; pues lo que se ve es temporal, pero lo que no, es eterno (2 Corintios 4.18). 

Feliz día.  ¡Dios te bendiga! 

Mario De Jesús

(Referencia: Venga Tu Reino Hoy)

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