03.03.2022
Mateo 5.2-3“Y abriendo su boca (Jesús) les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Amén.
Meditando en Mateo 5.3-7, relacionados a las Bienaventuranzas, me gustaría...
1. Ser pobre en espíritu (con arrepentimiento genuino), y alcanzar
el reino de los cielos. Que, aunque viva violencias, recuerde que es necesario seguir
peleando la buena batalla.
2. Ser alguien que reciba consolación, cuando llore por causa de Cristo, o por otras causas. Que me deleite con el resplandor de la gloria de mi Señor, mientras espere con paciencia, firmeza y esperanza la redención del pueblo de Dios.
3. Ser mansa y humilde de acciones y de corazón. Que soporte pacientemente a los demás en amor, a fin de poder recibir la tierra prometida por heredad. Y no que sea juzgada con enojo en el día grande del Señor. Que sepa como corregir a otros, por si Dios me usare como instrumento para que vengan al conocimiento de la Verdad. Que esté siempre preparada para presentar defensa con mansedumbre y cortesía.
4. Que pueda ser saciada del hambre y la sed de la justicia. Que no haya dolor que me aflija, porque tenga presente que el que me sacia es Jehová; el que me guía por manantiales de aguas limpias.
5. Ser misericordiosa, y poder alcanzar -en todo-, la misericordia del Señor. Que me responda cuando le clame en oración. Y que me guarde siempre.
¿Compartirías mis deseos?
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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