18.03.2022
“Ni los ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni maldicientes, ni estafadores, heredarán el reino de Dios”. Amén.
Continuamos revisando la conciencia, ahora con la segunda parte: ¿Has tomado algo que no fuera tuyo? ¿SÍ? ¿NO? Recuerda responder con la conciencia.
Tu conciencia te debe llevar a considerar ese “simple objeto” que no debías tomar. Ese también aplica.
¿Cómo se le llama al que toma algo que no le pertenece? ¿Ladrón? Al ser ladrón se viola el mandamiento que dice: “No robarás”, que también puedes leer en Éxodo 20.15 y en Deuteronomio 5.19.
Y, si alguna vez tomaste algo que no era tuyo, ¿qué eres?... ¡pecador delante de Dios! aunque sigas pasando desapercibido delante de los hombres.
El profeta Ezequiel, en 33:15, recuerda que si el impío (el malo, pecador…) restituyere y caminare en los estatutos de la vida, vivirá.
El ladrón tiene por “misión” destruir, y más que todo destruirse a sí mismo, pues quien hace lo malo, aborrece su alma; y quien pierde su alma... le espera el lago de fuego por la eternidad.
No hay esperanza para aquel que no se arrepiente de su maldad, ni la confiesa ni se aparta. Dice en Proverbios 28:13 que el que encubre sus pecados no prosperará; pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Por si te tocara partir de esta tierra en los próximos minutos, y sabiendo que los ladrones NO heredarán el Reino, que tienen sentencia de separación eterna de Dios y condena al fuego eterno; te recuerdo AHORA que confesar tu pecado (ante Dios) -verdaderamente arrepentirte-, y apartarte, te llevará a ¡alcanzar su misericordia!
Mañana continuamos…
Feliz día y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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