15.02.2022
2 Tesalonicenses 3.6, 10-12
“Pero les ordenamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten del hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza recibida. Cuando estábamos con ustedes, ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Hemos oído que algunos andan desordenadamente, no trabajando en nada, y si entremetiéndose en lo ajeno. A esos mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que, trabajando reposadamente, coman su propio pan”. Amén.
Dios nos quiere ver siendo diligentes en nuestro trabajo y fieles para cumplirlo. Pero en esta cultura egoísta y hambrienta de placer, es fácil dejarse llevar por la pereza y la irresponsabilidad. Pecados muy peligrosos en la vida del cristiano, ya que pueden ocasionar mucho daño; las relaciones se debilitan, se pasan por alto las necesidades de los demás, y en el trabajo se vuelven mediocres.
Como seguidores de Cristo, representémoslo con nuestro mejor carácter, conducta y conversaciones. Un comportamiento irresponsable no corresponde a quienes somos en Cristo. Nuestro Señor fue y es el modelo perfecto, por haber glorificado al Padre haciendo todo lo que Él le encomendó.
Un día, cada uno rendirá cuentas a Dios y recibirá el pago por lo hecho, haya sido bueno o sin ningún valor (2 Corintios 5.10). Si hoy te das cuenta de que has sido descuidado en áreas de tu vida, confiésalo como pecado. Luego, pídele a Dios que te ayude a rechazar la pereza, la irresponsabilidad, y a ser diligente.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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