14.02.2022
Juan 15.12-13
“Este es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Amén.
Cuenta una historia que un
tirano condenó a muerte a un joven. Este, pidió al tirano que le
permitiera ir a despedirse de su familia. El tirano le respondió: Si te
dejo ir, escaparás.
El joven le dijo: te puedo dejar a un amigo en mi
lugar; y si no llego al tiempo indicado, puedes matarlo. E hicieron
el trato, dándole al joven seis horas para que regresara.
La gente se burlaba del amigo, diciéndole
que se considerara muerto, que su amigo no regresaría.
Cuando el tirano vio pasar cinco horas y que el
joven no regresaba, le dijo que ya se diera por muerto, a lo que el joven
encarcelado respondió: Si mi amigo no ha regresado es porque algo le ha sucedido.
Unos minutos antes del tiempo estipulado,
apareció el joven, abrazó a su amigo, le contó del accidente que había tenido;
y como había tenido que correr para poder llegar a tiempo.
Asombrado el tirano, porque nunca había visto jamás semejante lealtad y confianza, los dejó libres a ambos.
Estamos rodeados de diferentes tipos de personas; los que nos ofrecen su amistad a cambio de algo, y que cuando nos ven en bajada nos abandonan; y los que muestran amistad sincera, aun cuando lo perdamos todo… que hasta estarían dispuestos a dar su vida por nosotros.
También Jesús encontró estos tipos de personas; los que le amaban sinceramente y eran leales; y los que lo amaban por lo que Él daba. Jesús conocía sus corazones, distinguía sus intenciones, pero igualmente los amó y fue a la cruz también por ellos.
Si por alguna razón no encuentras amigos sinceros y leales, se tú uno; muéstrales a todos que eres capaz de ofrecer la amistad que ellos necesitan.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: Huellas.Divinas)
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