Salmos 84.10-11
“Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de
ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que
habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia
y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”.
Amén.
Si el
Señor ha prometido proveer, ¿por qué hay veces que no satisface las
necesidades? Si volvemos a leer el pasaje de hoy, vemos
que su
promesa de provisión tiene condición: se da
a “los que andan en integridad” (vs.11).
Si Dios no
está cubriendo tus necesidades como piensas que debería, es posible que Él tenga un
plan diferente. Pero, examinémonos para ver
si hay algún obstáculo, que lo impida.
Al vivir en pecado, la comunión con
Dios se interrumpe. Por tanto, nuestras
expectativas en cuanto a su voluntad difieren de las de Él. Otra posible razón es que no estemos haciendo
nuestra parte. Aunque Dios es la fuente de todo, nos dice que
debemos trabajar, y que si alguno no quiere trabajar que
tampoco coma (2 Tesalonicenses 3.10).
Quizás Dios no ha provisto lo
esperado porque esas “necesidades”, en realidad, son solo deseos (y
quizás hasta carnales). Y si lo que anhelamos es para cumplir los planes de
Dios, y Él lo niega, es casi seguro que es para proveernos algo
mejor.
Cuando Dios
responde íntegramente nuestras oraciones es para hacernos más como
Cristo... ¡Obedezcamos y confiemos en Él!
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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