Juan 14:1-3 “No se turbe su corazón; crean en Dios, también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo se lo hubiera dicho; voy a preparar lugar para ustedes. Y si me fuere y les preparare lugar, vendré otra vez, y los tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, ustedes también”. Amén.
La eternidad no es fácil de entender, pero Dios quiere que sus hijos vivan con perspectiva eterna. Por eso, a lo largo de toda la Biblia, Él enfatiza el regreso de Cristo, para ayudarnos a pensar en esos términos.
El estar conscientes de que Jesús puede aparecer en cualquier momento, mantiene a la iglesia enfocada. Pongamos nuestra mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Aunque vivimos en el mundo material, pensemos en las consecuencias a largo plazo, al momento de invertir nuestro tiempo, dinero y energías.
Es importante decidirse a obedecer el llamado de Dios para evangelizar. Todo creyente tiene la responsabilidad de compartir el evangelio (como lo refiere la Gran Comisión, en Mateo 28.19).
El propósito de la iglesia de Cristo debe ser conducir al mayor número de personas a la salvación eterna. Pero, para que eso suceda, anunciemos las buenas nuevas antes de que el Señor Jesús se manifieste. Pues, las personas no vendrán a Cristo, sin antes escuchar de su gracia, misericordia y redención.
Vivamos el hoy con pies en la tierra, pero con las manos ocupadas para Dios y pensando en lo Eterno. Cristo puede manifestarse en cualquier momento, y quienes han puesto su fe en Él, como Señor y Salvador, viviremos ¡eternamente en su presencia!
Feliz día ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto-TPSH 271213)
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