“¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O piensas que la Escritura dice en vano: El Espíritu que Él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Sométanse a Dios; resistan al diablo, y huirá. Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Pecadores, limpien las manos; y los de doble ánimo, purifiquen sus corazones”.
Al leer el Antiguo Testamento, es posible que no entendamos por qué la gente se inclinaba ante ídolos que ellos mismos habían fabricado. Y nosotros cometemos los mismos errores. Damos gran valor a: imágenes, dinero, relaciones, apariencia física, poder, personas…. NADA debe convertirse en objeto de adoración, ni mucho menos por encima de Dios.
Cuando el corazón NO le pertenece solo a Cristo (y eso se ve en muchas personas que dicen llamarse cristianas), Dios se enoja, disciplina, y recuerda quién es el único Dios.
A nadie le agrada tener dificultades, pero animémonos con ellas. El Padre celestial siempre estará presente para ayudarnos y hacernos crecer conforme a su voluntad.
Detente y piensa: ¿en qué inviertes tu tiempo y tu dinero? ¿Qué domina tus pensamientos? Aunque tus actividades parezcan buenas a primera vista, pídele al Señor que te muestre lo que se haya convertido en ídolo para ti; luego, pídele perdón, y que te ayuda para que Él sea tu único objeto de adoración y devoción.
¡Muy feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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