Jonás 1.1-3, 15, 17
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez 3 días y 3 noches”.
¿Alguna vez has tratado de huir de Dios? La mayoría lo ha intentado; así como Jonás. Es que somos dados a ignorar los mandatos de Dios, y buscar alternativas en lugar de obedecerle. Olvidamos que la rebelión contra Dios y su Palabra, trae sufrimientos.
Mientras Jonás huía de Dios, no contaba con que Él no se deja persuadir por manipulaciones. Como escribió David en una ocasión: aunque habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra (Sal 139.9-10).
Jonás descendió a las profundidades del mar, pero ahí le puso Dios un gran pez para que lo atrapara (vs.15).
NO hay un solo lugar para escondernos de Dios. Estamos siempre a su vista y alcance. Te aconsejo que, en vez de tratar de huir de su presencia, lo recibas con total complacencia.
También te recomiendo que busques tu Biblia y leas a Jonás, a fin de que conozcas un poco mas de las consecuencias de desobedecer a Dios.
¡Muy feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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