Colosenses 3.12-13
“Vístanse como escogidos de
Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, benignidad, humildad,
mansedumbre, paciencia; soportándose unos a otros, y perdonándose
unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo
los perdonó, así también háganlo”.
Dios quiere vernos demostrar amor, pero de corazón… pero parece TAN difícil. ¿Te gustaría que te trataran delicadamente? ¡Haz tú la diferencia! Piensa en los sentimientos que se generarán por tus buenas actitudes.
¡Dejemos la mejor huella dondequiera que estemos!
En entornos amables, veremos mayor probabilidad de perdón y comprensión. Seamos esos, con quienes todos quieran estar. Mostremos a los que, aún no saben cómo hacerlo, que nada es mejor que vivir en paz (verdadera), equilibrio y sanidad espiritual.
Que malentendidos, ofensas y acciones negativas son inevitables, ¡Si! Lo que no se puede es ser portadores de ellos; pues son venenos, muchas veces… y de largo alcance.
Si te ofenden, quieres que te pidan perdón, ¿verdad?, pero si ofendes, ¿por qué dices que fue el otro el culpable de tu respuesta? Somos los únicos responsables por nuestras acciones, no los demás. ¿Quieres vivir en gozo y paz? ¡Sencillamente, aprende a vivir la vida simple y a perdonar!
Estoy aquí para recordarte que existe un poder extraordinario y especial, llamado Espíritu Santo de Dios, que si le pides su ayuda, ¡NUNCA te defraudará!
¿Quieres ser tratado como un príncipe o una princesa? ¡Haz tú lo mismo con los demás!
Y si los demás no hacen lo mismo contigo, recuerda que quien acaba de conocer o afianzar estas verdades eres tú… ¡Te toca a ti, poner la otra mejilla! A ti sí que Dios te va a pedir cuentas.
¡Si eres el amable, pacífico, perdonador, misericordioso, benigno…, serás bendecido y bendecirás a muchos otros!
¡Feliz día y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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