1 Juan 4:20
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”. ¡Amén!
Pareciera que vivimos rodeados constantemente por falsificaciones y ya nada es verdadero. Lo mismo sucede en el ámbito de la fe. En la Biblia se nos dice cómo identificar cuando existe fe autentica. He aquí algunas formas para tener en cuenta, sobre una fe real:
NO es algo que se dice solamente: Hablar es barato. No todos los que ponen una calcomanía de un “pescado” en su auto son seguidores de Jesús. En Santiago 2:14 dice ¿de qué sirve decir que se tiene fe si no se demuestra con acciones? Es imposible amar a Dios de palabra y no amar, de manera práctica, al prójimo.
La fe NO es un mero sentimiento emocional: Mucha gente confunde emoción y sentimiento con fe. Se puede escuchar un mensaje o una hermosa alabanza y sentir la “piel de gallina”; pero, de no hacer algo con eso, solo pasará como algo emocional.
NO es solo algo que se piensa: Para algunos la fe es un viaje intelectual. Un asunto para estudiarse, debatirse, y discutirse. En Santiago 2:18 dice “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras”. Es como decir: A ti te gusta la fe, a mí me gustan las obras. Sin embargo, la Biblia dice que la fe sin las obras es muerta. Ambas son importantes.
Fe NO es algo que solo se cree: Hay muchos que creen en Dios, la Biblia y en Jesús; pueden recitar versículos y hablar sobre teología, pero en Santiago 2:19 dice “¡También los demonios creen, y tiemblan!” Solo decir “creo en Dios” no es suficiente para ir al cielo, debes tener evidencias.
La fe real es activa y se demuestra con acciones. La fe es como las calorías. NO puedes verlas, pero si los resultados. Para contrarrestar la falsedad debemos poner nuestras acciones donde estén nuestras palabras.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia: VTRH Ministries)
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