Salmos 105.17-22
“Envió un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por siervo. Afligieron sus pies con grillos; en la cárcel fue puesto. Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó. Envió el rey, y le soltó; le dejó ir libre. Lo puso por señor de su casa, y por gobernador de sus posesiones, para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, y a sus ancianos enseñara sabiduría”.
¿Alguna vez te has adelantado al final de una historia, porque quieres saber cómo terminará? Eso es lo que quisiéramos hacer, sobre todo en tiempos difíciles. Queremos saber cuándo acabará nuestro problema, pero como solo Dios conoce el futuro, es mejor llenarnos de fortaleza y aprender a confiar en Él.
Es posible que José quisiera haber echado un vistazo al futuro, y así poder saber cuándo las cosas mejorarían. Entre el odio de sus hermanos -que lo vendieron como esclavo; la ira y las mentiras de la esposa de su amo; y el encarcelamiento que lo dejó languideciendo, a José le habría sido más que fácil perder la esperanza. Esos 13 años transcurridos, debió verlos como una eternidad.
Aunque José no podía ver el futuro, el Padre celestial estuvo con él en cada paso. Y, al final de tantos años de dificultades, proclamó que había aprendido que “Dios lo encaminó a bien” (Génesis 50.20).
No podemos evitar las experiencias duras, pero saber que Dios está con nosotros y que su propósito es bueno, nos debe dar la esperanza necesaria para soportar cualquier dificultad con paz.
Feliz día. ¡Y que Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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