Job 1:20-22
“Entonces Job se levantó, rasgó su manto, rasuró su cabeza, se postró en tierra, adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”.
Luego de esta lectura,
meditaremos en los acontecimientos que vivió el patriarca* Job,
un hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal (vs.1).
*Patriarca fue el nombre dado en la Biblia a algunos personajes del Antiguo Testamento que, por su edad, sabiduría y autoridad, fueron jefes o cabezas de una numerosa familia o colectividad.
Job, pese a comportarse como lo hacía, no por eso, estuvo exento de situaciones… Y nosotros, por cualquier “quítame esta paja”, nos apartamos de Dios y le cuestionamos... Pensémoslo un poquito más.
Quiero enumerar la sucesión de tragedias, mostradas en el capítulo 1 del libro de Job de la Biblia. Te invito a leerlo, a fin de que identifiques mayores detalles.
1. Cuando araban los bueyes, y las asnas pastaban, vinieron los sabeos (enemigos), y se apropiaron de ellos, matando a los criados (cero bueyes, asnas y criados).
2. Fuego de Dios cayó del cielo, quemando sus ovejas y pastores (cero ovejas y cero pastores).
3. Los caldeos (otros enemigos) hicieron 3 escuadrones, arremetieron contra los camellos, se los llevaron, y mataron a los criados (cero camellos y el otro grupo de criados también se acabó).
4. A sus hijos les vino
un gran viento del desierto, azotando las 4 esquinas de la casa, cayendo sobre
los jóvenes, y matándolos (cero hijos).
Azote tras azote, que ¡jamás se compararían con la posible pruebita
que tú estés pasando!
Continuaremos…
Feliz
día, y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
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