Job 1.21
“Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. Amén.
Y luego de todas
estas tragedias, ¿qué hizo Job?
1. Rasgó su manto, rasuró su cabeza como muestras de dolor y de humillación; y se postró en tierra y adoró (vs.20). Nada de lo que había ocurrido, le llevó a decepcionarse de Dios ni a blasfemar (renegar) de su nombre.
2. En medio de sus sufrimientos exclamó: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. --Job, pese a tanto dolor, no pecó; él glorificó a Dios luego de todo lo acontecido. --Y nosotros, porque se nos “rompa una uña”, comenzamos a quejarnos y a actuar como si nunca hubiéramos conocido al Señor. Creo que eso es para meditarlo.
Ah, tampoco Job atribuyó a Dios despropósito o desatino alguno (vs.22). --Parece que ya él conocía lo que luego diría el apóstol Pablo en su carta a la iglesia de Roma, en Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Si estamos pasando por situaciones difíciles, sería bueno tomar el ejemplo de Job, y aplicarlo a nuestras situaciones. ¿Estarías dispuesto a glorificar a Dios, en medio de tus problemas? ¡Job lo hizo! ¿Lo harías tú? Si lo decides, no dudes de que Dios estará ahí para ayudarte y mostrarte la salida. ¡Clámale, que Él te responderá!
Feliz
día, y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
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