“Pasos hacia un cambio de vida”

 Salmos 139:23-24  

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; mira si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. 

Como pienses, determinará tus acciones. Si quieres cambios en ti, no comiences cambiando acciones ni sentimientos... sino tus pensamientos.

Para experimentar un cambio de vida…

1. Cambia lo que haces. Poca satisfacción tendrás estando insatisfecho. Nada nuevo ocurre haciendo las mismas cosas. Anhela el cambio, y entonces así, te comprometerás a hacerlo. Dice en Jeremías 33.3 “Clama a mí y Yo te responderé”! Pide a Dios dirección.

2. Reconoce tu sed de Dios: “Puedes llevar un caballo al agua, pero no obligarlo a beber, pero si pones sal en su lengua, de seguro le provocaras sed”. Dios pudiera estar colocando “sal en tu vida” para crearte sed por Su presencia. Luego, iniciar el cambio que anhelas.

3. Deja de buscar culpables. En Isaías 59:1-2 dice que no se ha acortado la mano de Dios para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; que son las iniquidades y los pecados los que han hecho la división. 

Dios ni se muda, ni se mueve, ni se va de vacaciones… ¡Siempre ha estado y estará en el mismo lugar! Si estás pasándola mal o estás disgustado con la vida, no es culpa de otros, sino tuya. ¡Te recomiendo tomar acciones inmediatas!

Ríndete y entrégate a Jesucristo. Un salvavidas no puede rescatar a alguien que se esté ahogando hasta que no baje sus brazos y se rinda. Aprende a decir como el joven rico, de Lucas 15:19 “No soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros”. Él volvió en sí, reconoció su error, se entregó, ¡y el padre lo exaltó!

El cambio inicia al rendirte, bajar la guardia y entregarte a Jesús.  Porque si alguno está en Cristo, ¡nueva criatura es! 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina