Mateo 27.51-53
“Y he aquí, el velo
del templo se rasgó en 2, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se
partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos
de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros,
después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a
muchos”.
Hay cristianos que creen
que solo sepultados podrán disfrutar de la resurrección. Espero que, con lo visto/oído hasta aquí, se vayan
aclarando tus dudas, ¡porque para los cremados, bíblicamente, también hay
esperanza! De no ser así, qué
pasará con los que mueren en incendios, comidos por tiburones, por pirañas o
desmembrados, ¿haber muerto en Cristo, de nada les servirá? ¿No tienen esperanzas de verle la cara al
Señor, quienes, en vida, le sirvieron con obediencia y gozo? ¡Piénsalo!
La resurrección no dependerá de un tipo de sepultura. ¡Dependerá de la decisión hecha en vida, y nuestra fe en Jesucristo! Ver 1 Tes. 4.14 que nos dice: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él”. Como vemos, la clave es dormir (o sea, morir) teniendo a Cristo como Señor y Salvador.
No depende de lo que hagan con el cuerpo, depende de lo que se haga en vida con Cristo y su Palabra. El cuerpo, como vimos en Eclesiastés 3.20, volverá al polvo; la que es eterna es el alma y esa ni se entierra, ni se quema. Es el elemento más importante en el cual pensar… y por el cual debes decidir en vida.
La Biblia afirma que TODOS, al final de los tiempos, serán levantados, unos para condenación y otros para gozo perpetuo.
Te invito a meditar en qué rumbo tomará tu alma, si en los próximos segundos, te toca partir de esta tierra…
Continuaremos…
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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