Apocalipsis 20.12-13
“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos…; y la muerte y el Hades entregaron los muertos…; y fueron juzgados cada uno según sus obras”.
En estos versos, por si no te has dado cuenta, dice
”a los muertos”, no dice a los enterrados, tampoco excluye a los incinerados.
También dice que “fueron juzgados los muertos”; sin referenciar a enterrados
o incinerados.
Si Dios levantará a pecadores para condenación, ¿cómo no levantará a sus hijos para glorificarlos? ¡Aunque nadie escapará! Ni sepultura ni cremación tienen que ver con la Salvación.
La cremación solo hace el proceso de volver al polvo, más rápido, ¡simplemente! “…polvo eres, y al polvo volverás” (Gen.3.19).
¡No te enfoques en el método de sepultura, sino en Jesucristo! Porque nadie te despinta comparecer ante el tribunal del gran Trono Blanco y ser juzgado por tus obras. La muerte puede llegarte en el próximo segundo, pero si con Cristo “estás crucificado”, ¡con Él también te levantarás en aquel glorioso día!
Job dijo, en 19.26 “Y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”. Te fijas, después de deshecha la piel (no dice que enterrada o quemada), verás a Dios.
Aunque la piel y los huesos estén destruidos, confía en que, aun así, a Dios le verás. Y cuando tengas que ver a Dios, ¡espero que no haya razones para arrepentirte!
Que la luz, la
sabiduría y la paz de Dios cambien tu mente y corazón, mediante ¡Jesucristo! Sepultura o cremación… ¡nada de
diferencia ante Dios!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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