Proverbios 27.5-9
“Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; y fastidiosos los besos del que aborrece. El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce. Cual ave que se va de su nido, es el hombre que se va de su lugar. El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre”.
¡Cuán preciosas son las amistades! Conseguir compañeros que rían con nosotros en los buenos momentos, y nos apoyen en los malos, requiere inversión de tiempo y energía, que muchos no están dispuestos a ofrecer.
Para mantener sólida
una amistad, debemos...
Ser Transparentes, Sinceros y Honestos. De esa forma, seremos mejores personas. Una relación así permite a las partes señalar, con delicadeza, los errores, y ofrecer una corrección amorosa y amable.
Debemos Sacar Tiempo. La amistad genuina requiere tiempo. Debemos estar dispuestos a dejar de lado otras obligaciones y dar prioridad a los momentos que pasamos juntos. El tiempo de calidad incluye compartir nuestras ideas y deseos, también debemos hacer preguntas y, sobre todo, saber escuchar.
Ser Agradecidos. Expresar agradecimiento demuestra que estamos satisfechos por quienes nos aman y nos lo demuestran. Además, afirmamos nuestro amor cuando recordamos alguna ocasión que es especial para ellos, o les comunicamos lo mucho que disfrutamos de ciertos aspectos de su personalidad.
Ser un buen amigo es una manera de servir al Señor. Él desea que nos relacionemos con otros, por lo que debemos dar lo mejor de nosotros a quienes Dios ponga en nuestra vida.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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