Génesis 50.15-21
“Viendo los hermanos de José que su padre
era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el
mal que le hicimos. Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su
muerte, diciendo: Así dirán a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de
tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron…. Y José lloró mientras
hablaban. Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y
dijeron: Míranos aquí por siervos tuyos. Y les respondió José: No teman; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
Ustedes pensaron mal contra mí, y Dios
lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a
mucho pueblo. Ahora, pues, no tengan
miedo…”.
A medida que se crece en la fe, se pasa de las verdades elementales, a los temas más nutritivos de las Sagradas Escrituras, que desafían el corazón y los pensamientos. Uno de esos conceptos es la pregunta ¿está Dios involucrado en cada circunstancia?
Un ejemplo está en José, quien fue tratado cruelmente por sus hermanos; esclavizado y encarcelado en Egipto. Y te pudieras preguntar: ¿Cómo pudo el Dios bueno estar involucrado en esa circunstancia? Pero ¡Dios usó lo ocurrido para llevar a José a una posición de poder! como la mano derecha del Faraón.
Cuando medites en las enseñanzas más profundas de la Biblia, es importante comenzar con las verdades en cuanto a la naturaleza, el poder y las promesas del Señor. Ellas, te ayudarán a comprender tu papel, sea en los triunfos como en las tragedias.
Aunque no siempre puedas comprender
lo que Dios está haciendo, confía en sus promesas de ayudarte. Es importante recordar que nada te toca sin
pasar antes por las amorosas y soberanas manos de Dios… ¡Eso, recuérdalo!
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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