1 Juan 3.20-22 “Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y Él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él”.
¿Existe algo de tu pasado que te sigue provocando sentimientos de culpa? Si descansas en el completo perdón de Dios, experimentarás la plenitud de su gracia divina.
Si te sientes avergonzado, pero no sabes por qué, el problema pudiera ser un falso sentimiento de culpa.
El Espíritu Santo nos convence de pecado para que podamos arrepentirnos y ser libres, pero la culpa que persiste sin causa específica viene del diablo. Pídele al Señor que te limpie de cualquier sentimiento de culpa falsa que estés cargando.
Otra fuente de culpa falsa está en las enseñanzas legalistas. A muchas personas se les ha enseñado una versión distorsionada del Evangelio, y piensan: nunca daré la talla.
Por ejemplo, los líderes religiosos de la época de Cristo seguían un código de reglas hechas por el hombre, y comunicaban la idea de que “a menos que hagas esto, Dios no te aceptará”. Haciendo obras justas para ser considerados justos, trataban de ganarse la aceptación del Señor, cosa que también hacemos hoy en día.
Recuerda que Cristo vino a hacernos libres. La Biblia dice que cuando somos liberados por Cristo, su libertad es plena (Juan 8.36).
Deja que la gracia de Dios te limpie de cualquier sentimiento de temor. Pon tu plena confianza en el Señor, obtendrás la ayude necesaria para caminar en libertad y sin ninguna vergüenza.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina Ventura
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