Isaías 29.11-13 “Será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee esto; él dirá: No puedo, porque está sellado. Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee esto; él dirá: No sé leer. Dice el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí...”.
Isaías comparó a Jerusalén con quien no puede o no sabe leer. Para quien NO tiene visión espiritual, la palabra de Dios es como libro sellado. ¡NO la entienden! Cuando un libro está en manos de quien no sabe “leerlo” no obtendrá resultados.
Muchos enfrentan la palabra de Dios, como que no saben leer. Reconocen algunas palabras, ven las imágenes, aprecian lo bien presentado del texto, aparentan que están leyendo, pero el contenido se les escapa.
Por otro lado, otros se “acercan” a Dios de boca, dicen honrarle, pero su corazón está tan distante. Este tipo de pueblo, aunque quizás hable mucho, NO sabe hablar en lenguaje espiritual. Sus conversaciones son vanas, o con sentido divorciado de lo que Dios quiere oír.
Otra cosa es que, NO se puede saber lo que hay en el corazón de alguien, ya que hay personas con “disfraces verbales” tan bien hechos, que NO se aprecia su intención. Solo Dios puede saber lo que hay verdaderamente.
Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca (Mat.12:34). Muchos pueden acercarse a Dios con expresiones muy bellas, pero con un corazón a leguas. Aunque pudiera ser que sus acciones les traicionen en algún momento.
Aprendamos que, al acercarnos a la Palabra de Dios, debemos hacerlo con lectura espiritual, corazones limpios, y palabras sinceras y llanas!
¡Muy feliz día. Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
TPSH 14082024
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