Tu Palabra Sabia de Hoy (TPSH)
23.12.2020
Salmos 63.1-5, 8 “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca. Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene”.
David estuvo muy seguro de lo que dijo, al decirle a Dios: “tú eres mi Dios, yo te busco intensamente”. El Padre celestial quiere que tengamos un vínculo de amor con Él, como lo hizo David.
Y ¿cómo hacerlo? Te doy 2 consejitos…
Conoce a Dios. Dale la prioridad que Él tiene. --David usó la palabra “sed” para describir su pasión por conocer al Señor; mientras que Pablo comparó su búsqueda de Dios con una carrera (1 Corintios 9.24). Si lo buscas de mente y corazón, encontrarás satisfacción plena.
Dedica tiempo para estudiar la Palabra de Dios (no solo leerla). Aparta tiempo para leer y meditar en la Biblia. Es alimento indispensable para el creyente. Aprenderás quién es Dios, cómo obra, qué te advierte para que no fracases, y qué desea para tu bien. Cuando te esfuerzas por conocer y comprender Su Palabra, el Espíritu Santo hará que su propósito cobre vida en ti.
Conocer, y pasar tiempo con Dios, es vital para un caminar gratificante y próspero. Hazte la promesa de buscarlo con más diligencia. Sácale tiempo en tu agenda. Ora por ese propósito. ¡Nuestro Padre celestial está esperando esos momentos tan maravillosos contigo!
Feliz día, ¡y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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