Tu palabra sabia de hoy
10.Noviembre.2020
Colosenses 1.15-17 “Y la paz de Dios gobierne en sus corazones, a la que asimismo fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en ustedes, enseñándose y exhortándose unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en sus corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.
Antes de conocer a Jesucristo, la vida está llena de maldad e incredulidad Clamamos por paz y tratamos de encontrarla, pero nuestros esfuerzos son fallidos.
Cuando ponemos la fe en el Salvador, todo cambia. Somos rescatados del dominio de las tinieblas y trasladados al reino de Cristo (Colosenses 1.13), y cada uno de nuestros pecados es perdonado.
La justicia divina fue satisfecha por el sacrificio que hizo Cristo, y la ira, de Dios, de sobre nosotros fue quitada. Nos convertimos en nueva creación, lavados por la sangre de Jesús (2 Corintios 5.17).
Cuando somos capaces de abandonar el pecado, vivimos en armonía con Dios. También hay promesa para la eternidad en el cielo, donde abundan la justicia, la paz y el gozo (Romanos 14.17).
La historia del regreso del hijo pródigo es una ilustración de nuestra reconciliación con Dios (Lucas 15.11-32). El hijo había decidido dejar a su padre, para vivir agradándose a sí mismo, pero, luego de que Dios le dio permiso para hacer lo que él quiso, se tornó arrepentido, regresó finalmente al hogar; su padre lo recibió con gozo y lo perdonó, y hubo armonía entre ellos. ¡Dios se place en hacer todo eso por nosotros!
Para que existiera unidad con el Padre celestial, se pagó un gran precio. Cristo dio su vida por ti y por mí, ¡para que pudiéramos ser reconciliados con Dios!
Demos testimonio de que el Señor Jesús es la fuente de nuestra paz.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:TPSH301117)
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