Tu palabra sabia de hoy
07.Octubre.2020
Salmos 26:2-3, 11 “Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad. Yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí”.
¿Cómo se aseguran los fabricantes de automóviles que sus vehículos son seguros para que la gente los maneje? Oh, probándolos ¡en todo terreno!
Los fabricantes ponen sus carros en un campo de pruebas. Los manejan cientos de kilómetros sobre diversos caminos… algunos ásperos en gran manera. Los someten al agua, al frío, al calor. Hacen las gomas rechinar, toman curvas bruscamente, frenan inesperadamente, aceleran hasta el fondo... y muchas otras maniobras bruscas. Su interés está en saber si el vehículo aguantará cualquier tipo de prueba.
Y pudiéramos decir que es lo mismo que pasa con nuestra vida espiritual.
Si lees las Escrituras, descubrirás que todo esto es una gran verdad. José fue probado. David fue probado. Moisés y Pedro fueron probados… por mencionar solo algunos.
Cuando Dios está listo para probarte, no lo va a hacer en tiempos buenos, eso no sería una prueba, ya que cualquiera puede servir a Dios en días soleados y abundantes.
La prueba no es el cómo te comportas cuando la victoria te rodea; la prueba es, cómo te comportas cuando Dios te lleva hasta el desierto. A Él le interesa ver lo que hay realmente en tu corazón.
Si estás “puesto para Dios”, mejor le dices hoy: Revísame, pruébame; examina mis pensamientos y mi corazón; y, sobre todas las cosas, que tu misericordia esté delante de mis ojos, y yo pueda andar en tu verdad.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: Tesoros.de.la.Palabra)
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