Tu palabra sabia de hoy
Lunes 15.6.20
Mateo 28:2 “De pronto, hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, removió la piedra, y se sentó sobre ella”.
El día de la resurrección de Jesús, un ángel descendió del cielo, rodó la piedra, se sentó en ella, y habló con las mujeres. Más tarde, María ve dos ángeles, uno sentado en el lugar donde estaría la cabeza de Jesús, y el otro donde estarían sus pies (Juan 20:12). Una vez más están sentados, aparentemente sin prisa por ir a ningún lado o hacer algo.
Cuando entras a una habitación y te sientas, es porque no vas a ninguna parte ni tienes prisa. ¿Será que los ángeles se sintieron de la misma manera? Habían estado observando detrás del escenario mientras Jesús era arrestado, torturado, crucificado y luego moría. ¡Luego vivieron el momento más glorioso cuando volvió a la vida!
Pero luego de que todo pasó, a los ángeles sólo les quedó entregar un mensaje: “¡No está aquí porque ha resucitado!” Ahora tocaba a los seguidores de Jesús ir corriendo a difundir la Buena Nueva a todo el mundo, y los ángeles podían quedarse sentados.
La paz y la alegría es algo que Dios nos da también a nosotros. Llevemos las Buenas Nuevas a los que amamos, pero también hay momentos en que debemos sentarnos y regocijarnos porque Jesús resucitó; el mal fue vencido y la victoria de Dios fue segura.
Demos gracias a Dios, ¡por la oportunidad de descansar y regocijarnos en las maravillas que ha hecho!
Feliz lunes, y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: Alimento.Diario)
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