Tu palabra sabia de hoy
Jueves 11.6.20
Efesios 2:4-5 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”.
Una vez una mujer llorando, se acercó a Napoleón para solicitar una gracia para su hijo. –Napoleón respondió que era imposible; porque ese joven soldado había desertado y traicionado a la patria; y la justicia exigía que fuera fusilado. --La mujer dijo: No pido justicia, abogo por una gracia. –-Es que su hijo no merece una gracia, confirmó Napoleón. --Pero ella alegó: es por eso que pido gracia, es todo lo que pido. --Bien, en este caso le concedo la gracia… y el emperador lo perdonó.
No podemos ganar el favor de Dios a través de nuestros propios méritos, porque nadie podría ser bastante bueno o hacer suficientes obras para alcanzar el nivel de perfección exigido por Dios.
En cambio, si apelamos a su infinita compasión, nunca seremos decepcionados. Él otorga gratuitamente la salvación a quien se vuelve a Él.
Suplicarle a Dios es reconocer que no puedes hacer nada por ti mismo, que te sientes perdido, es reconocer que Jesucristo existe y que está dispuesto para ser tu Señor y Salvador.
Cuando acudes a su amor nunca es en vano, porque Él te ama verdaderamente. Cuando Israel iba en busca de reposo. Jehová se manifestó y dijo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia (Jeremías 31:2-3).
Feliz día, y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: Conexión.Vertical)
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