Tu palabra sabia de hoy
Sábado 11.04.2020
1 Pedro 1:3-5 “Bendito el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por
la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia
incorruptible, incontaminada
e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados
por el poder de Dios mediante la fe,
para alcanzar la salvación que está
preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”.
La resurrección de Cristo no es cuestionable
teológicamente.
Aunque algunos piensen que solo vivió y murió.
Jesucristo es el Hijo de Dios, quien murió por tus
pecados y resucitó,
porque la muerte no tenía poder sobre Él. La resurrección certificó todo su ministerio.
Él dijo e hizo cosas, desde el principio, para revelarse como el Señor.
El Cordero de Dios
hizo el sacrificio perfecto por el pecado, venció la muerte, y confirmó su
identidad. ¿Quién, sino el Creador,
podía volver por sí mismo a la vida?
¡Ese Hombre especial
que regresó de entre los muertos es digno de tu esperanza! Jesucristo confirmó el poder de Dios para dar vida eterna a sus
seguidores. Su existencia terrenal fue el primer capítulo de una hermosa e infinita relación amorosa con
Dios.
Fuera de la resurrección de Jesús, no hay esperanza. Quienes van por su
propia versión de inmortalidad serán decepcionados
después de la muerte, porque no existe… nada te dará vida después que mueras… ¡NADA!
El creyente en Cristo tiene la confianza de que nada
puede separarle del amor de Dios; ¡y que la muerte es un corto viaje al hogar celestial!
Feliz día, ¡y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: LuzMundial)
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