“Tu palabra sabia de hoy”
Miércoles 21.08.19
Isaías
1:12-18 “¿Quién demanda esto de sus manos, cuándo vienen a
presentarse delante de mí para hollar mis atrios? No me traigas más vana
ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar
asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad sus fiestas solemnes. Sus lunas
nuevas y fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas;
cansado estoy de soportarlas. Cuando extiendan sus manos, yo esconderé de ustedes
mis ojos; asimismo cuando multipliquen la oración, yo no oiré; llenas están de
sangre sus manos. Lávense y límpiense; quiten la iniquidad de sus obras de
delante de mis ojos; dejen de hacer lo malo; aprendan a hacer el bien; busquen
el juicio, restituyan al agraviado, hagan justicia al huérfano, amparen a la
viuda. Vengan luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si sus pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.
En Isaías, capítulo 1, Dios confronta a su pueblo por sus malas
acciones. Sin embargo, Él igualmente respondió con misericordia, pidiéndole
al pueblo que confesara sus pecados y los abandonara: Vengan y estemos a cuenta: si sus pecados son como la grana, como
la nieve serán emblanquecidos (vs.18).
Dios anhela que seas sincero con Él respecto a tus pecados, y
aplica su perdón amoroso cuando te arrepientes: Si confiesas tus pecados, Él es fiel y justo para perdonarlos, y
limpiarte de toda maldad (1Jn.1:9). Por su misericordia, puedes comenzar de
nuevo.
Pídele al Padre celestial que te ayude a abandonar el pecado de tu vida.
Has una retrospectiva en tu vida, y piensa ¿en
qué pecados no he sido sincero con Dios? Entonces, confiésalos y apártate.
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: NuestroPanDiario)
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