03.07.19
Proverbios 4.5-10 “Adquiere
sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de
mi boca; no la dejes, y ella te guardará; amala, y te conservará. Sabiduría
ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere
inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú
la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te
entregará. Oye, hijo mío, recibe mis
razones, y se te multiplicarán años de vida”.
Vivimos
en la era de la información, donde las noticias aparecen en los teléfonos
celulares, y se puede asistir a la universidad por Internet. Pero aunque hay abundancia de información, NO
hay mucha sabiduría. Ufff qué fuerte!
La sabiduría que le agrada a Dios es la
capacidad de ver las cosas desde el punto de vista de Él, y responder de acuerdo a principios bíblicos. Esa sabiduría no es característica natural,
pero se desarrolla con el tiempo, práctica y oración.
La
sabiduría es un tesoro valioso (Prov.8.11). Necesitas perspectiva y principios divinos para
tener vida abundante y obediente. Adquirir
sabiduría NO es una sugerencia, sino una orden.
Dios se encargará de que los creyentes
que persigan la sabiduría la adquieran.
Además, cuando el deseo de tu corazón tiene valor duradero, recibes algo más:
conocimiento, prudencia y discreción.
Salomón,
el hombre más sabio de su tiempo, escribió acerca de la importancia de adquirir
sabiduría. Toma la decisión de enfocarte
en ese gran tesoro.
Al
estudiar la Palabra de Dios, busca su voluntad. Al poner por obra sus
principios, Dios derramará sabiduría en tu mente y en tu espíritu.
Feliz miércoles. Dios te bendiga, en el nombre
poderoso de Jesús!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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