Salmos 41-4-6 “Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma,
porque contra ti he pecado. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo
morirá, y perecerá su nombre? Y si vienen a verme, hablan mentira; su corazón
recoge para sí iniquidad, y al salir fuera la divulgan”.
La traición es una experiencia dolorosa. Aunque los
extraños puedan rechazarte, burlarse o ridiculizarte, solo a quienes amas o en quienes confías pueden traicionarte, y eso es
lo que hace tan dolorosa la traición. David escribió que sus enemigos hablaron falsedad contra él,
pero lo que es peor aún, un amigo se volvió en su contra (vs.9).
Cuando tus amigos
chismean de ti, hacen insinuaciones de que has actuado mal, o dicen mentiras,
¿qué pudieras hacer? Algo que debes tener presente es que tus amigos y familiares son imperfectos y pecadores; propensos a
cometer errores, creer mentiras y lastimarse unos a otros. Lo mismo sucede
contigo.
¿Cómo manejar el rechazo y la traición de manera piadosa?
1. No niegues tu
dolor, ni dejes que domine y arruine tu vida con ansiedad, amargura, ira o
deseo de venganza.
2. Lleva el asunto
a Dios y pide que te proteja, sostenga y sane tu alma (vss.2-4).
Aunque no sepas por qué permitió el Señor la traición, aprenderás
a buscar la aprobación de Él, en vez de la de los hombres.
La venganza puede NO
venir en esta vida, pero será revelada cuando
todos comparezcamos ante el tribunal de Dios. NUNCA tomes la justicia en tus
mano!
Dios te bendiga, y
feliz día!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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