18.06.19
1 Corintios 9.24, 26, 27 “¿No
sabes que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo
se lleva el premio? Corre de tal manera que lo obtengas. Así que, yo de esta
manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea
el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que
habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
¿Qué palabra dirías que describa esta sociedad?
Materialista, impaciente, tolerante, corrupta, sin temor a Dios…. Somos de la cultura
“lo quiero ya”; y Satanás se especializa
en dar oportunidades para tu gratificación instantánea.
Los apetitos
humanos, en sí, no son pecaminosos. Inclusive, son dados por Dios. No obstante,
no siempre puedes confiar en ellos. Pablo comparó la vida cristiana con la de los atletas, que
están tan enfocados en ganar, que dedican cada aspecto de sus vidas al logro de
su meta.
Estás llamado a
vivir enfocado en la meta, pero careces del poder para hacerlo con tus fuerzas. Tú
necesitas confiar en el Espíritu Santo. Si le entregas tu vida y lo obedeces,
Él será tu fuerza, y podrás decir “NO” cuando te sientas dominado por los
deseos carnales.
Otra clave para el
éxito es mantener tu enfoque en lo eterno. Muchas
decisiones “insignificantes” son espiritualmente significativas. ¿Estás
complaciendo apetitos que pudieran resultar en cerrarte las puertas de la
patria celestial?
Cuando el enemigo te
tienta piensas en tus deseos, en el placer y la autocomplacencia, en vez de en
las recompensas y bendiciones eternas.
Recuerda cuán
efímera es la gratificación inmediata, y cuánto dura la eternidad.
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario