Viernes
10.05.19
Salmos 86.1-7, 11 “Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
porque estoy afligido y menesteroso. Guarda mi alma, porque soy
piadoso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía. Ten
misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti clamo todo el día. Alegra
el alma de tu siervo, Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque
tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con
todos los que te invocan. Escucha, oh Jehová, mi oración, Y está
atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes. Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre”.
¿Has buscado la guía del Señor para algo, pero no obtienes respuesta? Haz ciertas cosas, para prepararte para escuchar sus instrucciones...
Busca limpieza. Pregunta al Señor si algo en tu vida obstaculiza tus oraciones. Si viene
algo a tu mente, arrepiéntete y pide perdón; podrás recibir limpieza mediante el
arrepentimiento y la confesión (1Jn.1.9).
Ríndete. Si no te has entregado por completo al Señor, tu corazón permanecerá
puesto en tus deseos. Tendrás dificultades para percibir su voluntad (Stg.4.3). Resiste el impulso de tratar de arreglar situaciones
o manipularlas.
Pide con sabiduría. Dios se compromete a responder tus oraciones si pides de acuerdo con
su voluntad (1Jn.5.14, 15). Considera si tus peticiones armonizan con Sus deseos.
Medita. Ya que la Palabra de Dios es luz en tu camino, cuanto más pienses en
las verdades de la Biblia, más claro será el camino (Sal.119.105).
En vez de dejar que la incertidumbre te cause ansiedad o temor, considera
estas 4 prácticas. Luego, comienza a ver tu situación como una oportunidad para
confiar en tu Dios soberano y omnipotente que siempre trabaja para el bien tuyo
(Rom.8.28).
Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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