Miércoles 15.05.19
Éxodo
3.6-10 “Y dijo (Dios): Yo soy el Dios de tu padre,
Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su
rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que
está en Egipto, y he oído su clamor
a causa de sus exactores; he conocido
sus angustias, y he descendido
para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra
que fluye leche y miel, … El clamor de los hijos de Israel ha venido delante de
mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven ahora
y te enviaré a Faraón, para que saques
de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”.
Moisés,
aunque era hijo adoptivo de una princesa egipcia, nunca olvidó su ascendencia
hebrea, y se vengó al presenciar la injusticia contra un compatriota suyo (Éx.2:11-12). Cuando Faraón se
enteró, ordenó que lo mataran, lo cual obligó a Moisés a huir y establecerse en
Madián (vss.13-15).
40 años después, Moisés cuidaba el rebaño de
su suegro, y se le apareció el Ángel del Señor en
una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza
ardía en fuego, y la zarza no se consumía (3:2). En ese momento, Dios lo llamó para sacar a
los israelitas de la esclavitud en Egipto.
Para
qué crees que podría estar llamándote Dios ahora? Hoy es
día, más que perfecto, para decir: Señor, te entrego mi vida, mis sueños y mi futuro…
cumple tus propósitos en mí.
Es más que importante estar dispuesto a lo nuevo que
Dios hará en tu vida!
Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
NuestroPanDiario)
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