Martes 14.05.19
Salmos 119.9-16 “¿Con
qué limpiará el joven su camino? Con
guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he
guardado tus dichos, Para no pecar
contra ti. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame
tus estatutos. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Me
he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras”.
Si
existiera un seminario sobre cómo vencer el pecado, muchos cristianos se
inscribirían para descubrir cómo vencer tentaciones. Pero las
respuestas están justo debajo de las narices. Lo único que se necesita es abrir
la Biblia.
Vive de acuerdo con la Palabra de Dios. Dedica
tiempo a leer y meditar en la Palabra, para saber lo que dice y qué significa. Para
que te funcione… debes obedecerla.
Atesora la Palabra de Dios en tu mente y
corazón. La tentación llega de repente, por lo que debes estar
preparado.
Regocíjate en la Palabra de Dios. En
Ella, hay paz y gozo grandiosos. De hecho, Ella, debería valer más para ti que
todas las riquezas que ofrece el mundo.
Medita en la Palabra de Dios. Toma
tiempo para sintonizar tu corazón y tu mente con el Señor. Reflexiona.
Recibirás ayuda del Espíritu para interpretar sus instrucciones. Este no tiene
que ser un proceso apresurado; es una lenta sumisión a las verdades que leas.
En su medida, descubrirás cómo aplicarlas.
Si practicas la meditación bíblica, descubrirás
que el Espíritu Santo ha estado transformando tus pensamientos, emociones y
acciones, para que seas menos atraído por los placeres pecaminosos.
Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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