Sábado 9.3.19
Daniel 10:10-11 “Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis
rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me dijo: Daniel, varón muy amado,
está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido
enviado ahora…”
Los siervos tocados
por Dios tienen relación muy íntima con Él. Reciben revelaciones del cielo y
disfrutan de caminar con Cristo.
Y, ¿por qué Dios
toca sólo a ciertas personas? ¿Por qué otros fieles siguen su camino tan normal?
Daniel, un siervo practicante y sin tacha, fue
tocado por Dios de manera sobrenatural. Había otras personas, buenas y piadosas,
sirviendo al Señor en los días de Daniel, incluyendo a Ananías (Sadrac), Misael (Mesac) y Azarías (Abednego), y miles mas que mantuvieron su fe
mientras estaban esclavizados en Babilonia.
Pero, ¿por qué la mano
sobre Daniel, con toque tan especial? ¿Por qué fue capaz, él, de ver y escuchar
cosas que nadie podía? Dice en Daniel 10:7 “Y
sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban
conmigo”. Probablemente Daniel vio a Jesús mismo. Quizás la misma visión
dada a Juan en la Isla de Patmos (Apoc.
1:13-15).
El Señor se reveló
a Daniel como lo hizo, porque era apasionado por conocer el corazón de Dios.
Además, era momento de entregar un mensaje a la humanidad perdida y necesitada;
y, ¿qué mejor que hacerlo mediante alguien como Daniel?
Hoy, Dios busca a
aquellos que anhelen conocerle, que giman por la condición moral de la
sociedad, y que esperen ansiosos la venida de Cristo.
¿Eres tú uno de
esos? Ponte en la brecha con el Padre! Y
que seas grandemente bendecido!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
WorldChallengeOrg)
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