Deuteronomio
28: 1-2 “Acontecerá que, si
oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra sus
mandamientos, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la
tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones…”.
Los versículos de Deuteronomio 28, desde el 1 al 13 son de bendiciones maravillosas.
Anheladas en gran manera. Veámoslas:
Será bendito el fruto de tu vientre, de tu tierra, de tus animales.
Tu canasta. Tu entrada y tu salida.
Todo aquello en que pusieres tu mano.
Tus enemigos serán derrotados.
Además, serás confirmado por pueblo santo suyo.
Las bendiciones, continúan:
Te temerán (porque invocas -y sirves- a Jehová)Tendrás abundancia de bienes.
Tendrás acceso a su buen tesoro y al cielo.
Tú prestarás a otros, pero tú no pedirás prestado.
Dios te pondrá por cabeza.
¡Gloriosas las bendiciones que te promete Jehová! ¿Verdad?
Pero, ¿por decir que crees en Él, y vas
a la iglesia los domingos, las recibirás? Ahí hay un
pequeño detalle…
Volvamos a la
segunda parte de los versos 1, 9 y 13… la piedrecita de tu zapato. Pero las
únicas llaves para gozar de esas
bendiciones:
1- Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, guardas
y pones por obra sus mandamientos.
9- Cuando guardares
los mandamientos de Jehová tu Dios, y
anduvieres en sus caminos.
13- Si obedecieres
los mandamientos de Jehová tu Dios, para que los guardes y cumplas.
Fuerte el “tablazo”! Pero si quieres bendiciones
abundantes, ¡Jehová te explica cómo obtenerlas!
Dios te bendiga, y te ayude a ¡guardar, poner por obra y andar en los caminos que Dios establece en Su Palabra! ¡Para que sus bendiciones te alcancen todos los días!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: La Biblia Reina Valera 1960)
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