Miércoles 13.3.19
Romanos 1:21 “Pues
habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en
sus razonamientos, y su necio corazón
fue entenebrecido”.
Una de las
características de nuestra naturaleza caída es el rechazo de aquello que es
mejor. Esto comenzó en el huerto del Edén, cuando Satanás tentó a Eva para que
se rebelara contra Dios, y ejerciera su derecho de determinar su propio camino.
Desde entonces,
hemos estado siguiendo nuestros deseos basados en el interés propio. Es
comprensible que esta sea la mentalidad del mundo; pero, por desgracia, es
también la actitud de muchos cristianos que asisten a la iglesia, que
consideran el servir como un abuso de su tiempo.
Tal razonamiento egocéntrico se basa en tres conceptos
erróneos:
1. No se entiende quién es Dios. No saben que Él
es el Creador del universo y Gobernante soberano de todo. Es Él quien redime de
pecado con la sangre de su Hijo; y nos compra de la esclavitud del pecado.
2. No se entiende el porqué de estar aquí. Fuimos creados
para adorar y servir a Dios. Este es nuestro destino y la manera como lo
glorificamos.
3. No se entiende el propósito del Señor en el mundo. Él está
edificando su reino, y hemos sido comisionados para participar en ese proceso, proclamando
el evangelio a toda criatura.
Dios quiso que el
servicio a Él fuera un privilegio, una oportunidad gratificante y una vía de
bendición. Decir que no se tiene tiempo para servir a Dios es rechazar lo que
ha ordenado y lo mejor.
Lo que se pierde
por no servir a Dios es mucho más grande que cualquier cosa que se pueda ganar!
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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