04.01.19
Números
11:1-6, 10-11 “El
pueblo se quejó a oídos de Jehová; Él lo oyó, ardió su ira, se encendió en ellos
fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el
pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. … y los
hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: !!Quién nos diera a comer
carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los
pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y
ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos. Y
oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, …; y la ira de Jehová se
encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés. Y
dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he
hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre
mí?”
Hay quienes pasan años con dolores, frustraciones, inclusive con movilidad
limitada, que finalmente superan. Esto les llevó a ser exigentes y desagradecidos.
Por todo se quejaban, maldecían, renegaban… Cuando alguien les decía lo
mal que se sentían por sus quejas, se ofendían. Pero con el tiempo, Dios les
ayudó a ver sus errores, y a pedir perdón a todos.
Anhelar que las circunstancias cambien puede hacer que nos quejemos y
dañemos a otros con nuestro egoísmo. Los israelitas nunca estaban
satisfechos y se quejaban de la provisión de Dios (Éx.17:2-3). Aunque el Señor les envió «pan del cielo» (16:4), rogaban por comida. En lugar de regocijarse en
los milagros diarios del Dios fiel, querían algo más, y diferente. Y
descargaron su frustración con Moisés.
Confía
en la bondad y fidelidad de Dios. Dale gracias
por las tantas maneras en que te cuida. Dile: Señor, ayúdame a sustituir la
insatisfacción con la dulzura de la gratitud, y a ser grata delante de
tus ojos!
Y
que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: NuestroPanDiairo)
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