Domingo 20.1.19
2 Samuel 9:9-13 “Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le
dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu
señor. … Mefi-boset el hijo de
tu señor comerá siempre a mi mesa. … Y
respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su
siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey. … Y
moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía
siempre a la mesa del rey…”.
El rey
David restauró la herencia de Mefi-boset, ya que él era nieto del rey Saúl, e
hijo del príncipe Jonatán.
Todo hijo
de Dios tiene acceso a grandes bendiciones.
No
permitas que el miedo y la autoestima equivocada estorben las bendiciones que Dios
ha diseñado para ti.
Que
hay pecados que limpiar? Acércate a Dios
-con corazón sincero-, pídele perdón; recibirás el poder de Su limpieza.
A
Mefi-boset le costaba trabajo creer, no sólo en la misericordia del rey, sino
en el privilegio y la honra que era. Le era
difícil aceptar que lo trataran como hijo de rey, y que comía lo mejores platos
de la mesa real.
Mefi-boset
representa al ser humano que cae en desgracia por el pecado y que pierde los
privilegios que el Rey le dio en el Edén. Pero Jesús vino a llevarnos a la presencia del Rey, dio su vida por cada uno;
nos saca de aflicciones, libera de condenación y nos da un lugar en su mesa
haciéndonos hijos del Rey de Gloria!
Cuando nadie daba un chele por Mefi-boset el rey lo honró. En Jesús somos herederos de las bendiciones del Padre. Nos saca de la ruina del pecado, y nos da el más alto honor y título real: Hijos del Rey, y coherederos con Cristo Jesús!
Feliz y bendecido día!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: MensajesySermonesparaPredicar)
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