27.11.18
Juan
13.31-35 “Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es
glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él,
Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. Hijitos,
aún estaré con ustedes un poco. Me buscarán; pero como dije a los judíos, así les
digo ahora a ustedes: A donde yo voy, ustedes no pueden ir. Un mandamiento
nuevo les doy: Que se amen unos a otros; como yo les he amado, que también
se amen unos a otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tuvieran
amor los unos con los otros”.
Hubo un artista que sorprendió a Inglaterra con una pintura titulada «Despreciado y rechazado por los hombres»,
donde mostró a Jesús sufriente y condenado, rodeado de personas de la actualidad.
Todas las personas alrededor estaban tan
envueltas en sus propios intereses (negocios, romances, políticas, ofertas,
demandas, estrategias, … ), que no se daban cuenta del sacrificio del Salvador.
En nuestra
época, incrédulos como creyentes, se distraen y alejan muy fácilmente de las
cosas que son eternas; poniendo su visión en las cosas que son perecederas. Para que
un seguidor de Cristo pueda percibir la verdad del gran amor de Dios en medio
de la niebla de distracciones, debe comenzar
por amar a unos y a otros, tal como lo expresara Jesús. Y luego, compartir el evangelio, para atraer
a otros al Salvador.
Que el Señor
nos ayude a mostrar Su amor; a poder hablarle a otros de Él, y a ofrecerle, a un mundo que vive en las tinieblas
de las distracciones, la luz de la buena noticia de Jesús.
Feliz y
bendecido martes!
Wilda M.V.
(Referencia:
NuestroPanDiario)
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