16.11.18
Éxodo 33:18-22 “El (Moisés) entonces dijo: Te
ruego que me muestres tu gloria. Y le respondió (Dios): Yo haré pasar todo mi
bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y
tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el
que seré clemente. Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre,
y vivirá. Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la
peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te
cubriré con mi mano hasta que haya pasado”.
El corazón de Dios se agradó cuando Moisés le pidió
ver su gloria. Todo padre terrenal conoce la súplica de un niño pidiendo cosas!
Cuando Moisés expresó su deseo, Dios
concedió su petición, en la medida posible. La luz de Dios es tan intensa
que lo consume todo, pero Él quiso que Moisés experimentara su deseo.
Para proteger a Moisés, Dios le dijo que lo pondría en
una hendidura de la peña, hasta pasar. Un reflejo de la asombrosa gracia de Dios.
Antes de la cruz, de que Cristo derramara su sangre por nuestra salvación, Dios
escondió a Moisés en su gracia; y como Pablo lo explica: la roca era Cristo (1Corint.10:4).
El rostro de Moisés fue transformado por la gloria de
Dios! Hoy no tenemos que escondernos en
una hendidura como lo hizo Moisés; la gloria de Dios se ha revelado en Jesús y cualquiera
que se encuentre con Él experimentará grande transformación.
¿Qué anhela tu corazón? Tú puedes ser bendecido con muchas bendiciones terrenales, pero es
mucho más grato el poder conocer al Cristo resucitado! Te animo a pedirle a
Dios que te muestre su gloria, la cual está disponible para ti, mediante su
único Hijo Jesucristo!
¡Feliz viernes, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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