19.09.2018
Mateo 4:1-4 “Entonces Jesús fue
llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después
de haber ayunado 40 días y 40 noches, tuvo hambre. Y vino a Él el tentador, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él
respondió y dijo: Escrito está: No sólo
de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
El Espíritu de Dios condujo a Cristo a experiencias fuertes en
el desierto. Eso ocurrió luego de haber sido bautizado, de que se abrieran los
cielos, de que el Espíritu de Dios descendiera como paloma… Él tendría que atravesar duras tentaciones.
Uno podría preguntarse: si Dios estaba tan complacido con
Jesús, ¿por qué hizo eso? Es que Jesús
es, el patrón de vida como creyente. Como Él es, así somos en este mundo (1Jn.4:17).
Jesucristo fue tentado en todo, pero NO
pecó (Heb.4:15). Y con esto, el mensaje es que, los que estamos en Cristo seremos probados,
más NO debemos pecar.
Las pruebas (los
desiertos) llegan a todos los que AMAN al Señor. Y cuando vas al desierto, es que Dios tiene un propósito para ti. De
Dios solo vendrán pruebas, no tentaciones; es el diablo quien tienta… NO
confundas esto. Si eres tentado, no
digas que es Dios; Dios no tienta a nadie (Stgo.1:13).
Alguien que
AMA a Jesús no se inclina al pecado, no
permite que Satanás, aunque le tiente, le lleve a fallarle a Dios. No dejes que el diablo te aparte de Cristo ni
del Padre celestial. Lee la Biblia, medítala, vívela; ora, obedece… Obtendrás la victoria, tal como lo hizo
Jesús!
Feliz
miércoles. Que Dios te bendiga!
Wilda M.V. (Referencia: WorldChallengeOrg)
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